domingo, 9 de agosto de 2009

Legg Mason Tennis Classic





Primero partir diciendo que puede que la frecuencia de mis post disminuya. Como ya saben (y sí no les cuento) Denise, mi señora/fianceé, está acá hace dos semanas y mi tiempo libre para escribir en el blog se va a ver perjudicado. Igual voy a tratar de contar cosas que hago entretenidas como ir a apoyar a un deportista nacional.

Llegamos un poco antes de las 14:00 al William HG Fitzgerald Tennis y el partido del Feña empezaba “not before 15:00”. Esto significa que si el dobles que empezó a las 13:00 termina en menos de dos horas el Feña salía a jugar a las 15:00, sí toma más de dos horas el partido de singles empezaba después del dobles. Como el dobles estaba aún en el primer set fuimos a pasear a las canchas laterales a ver que había.

Ahí nos encontramos con una marea de poleras rojas que miraba como González entrenaba (as figure 1 shows). Ahí nos pusimos a sacarle fotos y ver como entrenaba. El efecto TV atenúa considerablemente la fuerza de los golpes de estos tipos. Cuando los tienes a 10 metros te das cuenta que la pelota vuela y siempre pasa muy pegada a la red, es realmente increíble.

Cuando el Feña terminó de entrenar saltaron las fans con sus cámaras a sacarles foto a su ídolo sin polera. A mí me tocó sacarle una foto para una de las tías presentes. Aproveché de decirle al Feña que le ganara a Del Pony, no me hizo caso…

El partido de dos caras. Un primer set realmente bueno. Un placer ver al 7 y al 11 del mundo jugar. El problema se dio en el segundo. Como es un torneo chico que sirve para ponerse a punto para el US Open y los Master Series que vienen (Cincinatti y Toronto si no me equivoco) el Feña regaló el segundo set. Perdió los primeros cinco juegos seguidos y después Del Potro le regaló tres para que los periodistas pudiesen escribir del casi repunte y al final se abrazaron y se fueron felices.

Esto me dejó bastante frustrado (y aquí me pongo semi-economista para el análisis a lo “on the one hand… on the other hand”). Por un lado es un torneo chico que no da muchos puntos. El tipo es millonario, hacía un calor espantoso, y perder el sábado le da más días de relajo, entrenamiento o que se yo (no quise poner carrete directamente). Por el otro lado yo pagué mi entrada para verlo jugar. No para que no corriera en el segundo set. Hay un tema de ser profesional y respetar al público. Me fui bastante frustrado con el Feña, aunque igual lo entiendo…